Literalmente, la Personería Municipal de Floridablanca se tomó el barrio Primavera II. El objetivo: dialogar con sus gentes, corroborar sus necesidades más apremiantes y mediar ante las autoridades competentes en busca de soluciones.

De la mano con sus gentes, la entidad comprobó que no todo es primavera para las comunidades de este sector. Recorriendo metro a metro el barrio, el equipo oficial corroboró las siguientes necesidades, entre otras:

El problema más evidente son las grietas en las paredes y suelos de algunas viviendas, al parecer, dicen sus propietarios, generadas por la construcción de un edificio de 15 pisos que cuenta con dos torres. Al respecto, el arquitecto Édgar Pardo, adscrito a la Personería, señaló que: “desde hace algunos meses venimos acompañando esta problemática para buscar soluciones efectivas. Lo primero que hicimos fue solicitar la inspección de profesionales y técnicos de la Unidad de Gestión del Riesgo, Planeación Municipal y Empas, para que cada uno, por separado, rinda los informes pertinentes de las presuntas afectaciones”.

La queja más reiterativa de los vecinos es que esa construcción, el edificio, causó también fisuras en la mampostería y filtraciones en los techos de las casas, que son de caña brava y tejas de barro. Vale recordar que se trata de casas bastante antiguas, deterioradas además por el paso del tiempo.

“Una vez tengamos los informes técnicos, además de la documentación que algunos vecinos deben aportar, buscaremos una solución rápida, que podría ser una mesa de concertación entre las autoridades que rindieron los informes, la ciudadanía, los responsables de la obra y la Personería Municipal. Lo ideal es que haya acuerdo entre las partes y las soluciones sean prontas, de lo contrario, estaríamos ante un proceso policivo”, manifestó la personera María Margarita Serrano Arenas.

Otra queja de la comunidad es el aumento de la contaminación en la quebrada Aranzoque, que avanza por el sector y que con el paso de los días expele olores más fuertes que alteran la vida en las casas y el sector en general. Además, por allí afloran los zancudos, transmisores de enfermedades graves.

Los culpables de esta contaminación, dicen los mismos residentes, son: por una parte, los vecinos que arrojan basuras al lecho de la quebrada y, en mayor grado de responsabilidad, las empresas instaladas desde hace años en la zona y que vierten sus desechos a estas aguas. Pese a las denuncias de los residentes y de los medios de comunicación, aún continúa esta práctica atentatoria contra el ambiente y la salud de la comunidad.

Otra petición del vecindario de Primavera II es la falla que registra el alcantarillado de la zona que, cuando llueve fuerte, se rebosa y entonces las aguas residuales buscan su salida por los sifones e inodoros de las casas.

Gracias a la denuncia de la Personería Municipal, vía Twetter, la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander, Empas, inspeccionó ayer el sector para identificar las fallas y emprender los respectivos arreglos.

Igualmente, los residentes reclaman la instalación de reducidores de velocidad en sus calles y carreras principales para facilitar la movilidad de las personas y disminuir la accidentalidad.

Con este inventario de requerimientos, la Personería Municipal mediará ante las instancias oficiales locales y regionales, en busca de soluciones efectivas y rápidas.

El barrio

Vale recordar que el sector de Primavera II está situado contiguo a la autopista Floridablanca-Piedecuesta, por detrás de las instalaciones del Canal TRO y de la edificación de la Dirección de Gestión de Riesgo de Desastres de Santander, y lo integran unas cien casas en las que residen 780 personas, aproximadamente.

Su fundación data de unos 35 años, cuando familias llegadas, en su mayoría de otros municipios, adquirieron un lote y construyeron su vivienda. En junio de 2017 fue legalizado el barrio.