Mesa de trabajo ampliada desarrolló la Personería Municipal en Asomiflor
“Día y noche pegados a Dios para que nos haga el milagro de sostener nuestras casas, que sentimos que tambalean cuando llueve o hace brisa fuerte. Así estamos desde el pasado 4 de abril, cuando se derrumbaron las diez casas que estaban más en la punta del barranco”.
Esta frase de impotencia de don José Francisco Andrade, refleja la realidad de lo que se vive en el sector subnormal conocido como Asomiflor, ubicado sobre la Transversal Oriental, contiguo a Asohelechales y El Páramo y frente a Suratoque y García Echeverri.
La madrugada y la mañana del 4 de abril, don José Francisco y sus vecinos sintieron cuando la tierra bufaba mientras se desbarrancaban las viviendas. Ellos sólo atinaron a rezar, gritar y correr a resguardarse en la parte más alta del peñasco en que habitan. Como un milagro, cataloga él, el hecho de que en esa oportunidad no se haya presentado la pérdida de vidas humanas.
La Personería Municipal de Floridablanca tiene entre sus principales metas el acompañamiento permanente a estas 2.500 personas, en su mayoría desplazados por la violencia, migrantes de otros municipios e incluso venezolanos y reinsertados de los grupos alzados en armas, que habitan unas 600 humildes e improvisadas casas, algunas de madera y plástico y otras con estructuras de cemento y ladrillo.
“El objetivo es monitorear lo que permanentemente está ocurriendo en el sector de Asomiflor para transmitir esa realidad a las autoridades competentes, encargadas de la gestión y atención de desastres, para de esa manera salvaguardar los derechos humanos y la vida de esta población”, manifestó María Margarita Serrano Arenas, Personera Municipal de Floridablanca.
Precisamente este jueves en la tarde, la Personera coordinó una mesa amplia de inspección, diálogo y concertación con la comunidad en la parte alta de Asomiflor, para conocer de primera mano lo que allí estaba ocurriendo, a propósito de la fuerte ola invernal que sacude el sector, y que, según pronósticos del Ideam, se prolongará hasta mediados del próximo mes de diciembre.
Ella estuvo acompañada de los abogados Yenny Carolina Vargas Vesga, Personera Delegada para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la Familia y el Menor; Édgar Alexánder Salcedo Mogollón, Personero Delegado para la Vigilancia Administrativa, Policiva, Judicial y Ambiental; Alba Yaneth Castillo Ballesteros, Profesional Universitario con funciones de Control Interno, y siete profesionales más de la entidad., quienes palmo a palmo recorrieron el sector, evidenciaron los riesgos a los que está expuesta la comunidad, dialogaron con las familias y levantaron actas de la visita para ser entregadas a entidades del orden nacional, departamental y municipal, con el fin de coordinar acciones efectivas que garanticen los derechos humanos de la población y prevenir una tragedia anunciada desde hace seis meses, como se rumora en los rincones de este polvoriento sector.
Las actas son el testimonio crudo de la realidad que a diario debe padecer esta comunidad, residente a escasos cinco minutos del centro de la segunda ciudad más importante de Santander.
José María Santos, presidente de la Asociación Asomiflor, quien representa a la comunidad, señaló que “mientras no nos construyan el muro o la pantalla anclada que nos prometieron, la vida aquí seguirá siendo de zozobra, intranquilidad y miedo, especialmente cuando llueve. Tenemos 14 casas en grave riesgo de deslizamiento, algunas ya fueron deshabitadas, pero en las otras todavía viven familias enteras, la mayoría niños, muchos de ellos de brazos”.
Santos, a pesar de que no ha podido hablar con el Alcalde Municipal para exponerle la situación, confía en que a comienzos del próximo año “nos definirán las obras que realizarán, porque hasta hace unos días venían personas a medir y evaluar el terreno y decían que venían a nombre de la Alcaldía y la CDMB”.
Por su parte Rodrigo Toro, otro de los líderes del sector, indicó que la situación es demasiado seria porque siguen dependiendo de la fuerza y la frecuencia de los aguaceros. Él también recalca en la cantidad de seres humanos que están expuestos a la tragedia y confía en que la situación que exponga la Personería ante los organismos nacionales, departamentales y municipales, contribuya a la planeación y ejecución de las obras necesarias para salvaguardar sus vidas y que les prometieron desde hace 10 meses.
Mientras tanto, seguirán pegados a Dios…