Los habitantes de La Cumbre exigen mantenimiento del Centro Cultural y Recreativo
Los zancudos y el dengue afectan a los habitantes del sector
A la pregunta: ¿por qué hay tantos zancudos en el sector de La Cumbre?, la comunidad tiene una sola respuesta: por el estado de abandono en que se encuentra el Centro Cultural y Recreativo. Como garante de los derechos fundamentales de las comunidades, la Personería Municipal visitó el lugar para corroborar o desvirtuar las denuncias de sus habitantes.
Sólo se necesita llegar al sitio y comprobar el deprimente estado en el que se encuentra esta obra cuyo costo fue de 3.532 millones de pesos y cerrada desde el 2016 por un inminente riesgo de colapso, cuando no había transcurrido ni siquiera un año de su apertura. El sitio fue pensado para beneficiar a unas 80 mil personas.
Por entre las rejas y huecos de sus deteriorados muros, es fácil observar el verdor insalubre del agua y la lama de los pisos de las dos piscinas (adultos y niños), además de los escombros y basuras en diferentes rincones del escenario. Esas dos situaciones, aseguran los residentes, son los focos principales para que se críen los zancudos y aumenten las cifras de dengue en el sector.
Al respecto, Angie López, dirigente joven del barrio, expresó que “nunca hacen mantenimiento a las piscinas, las aguas están putrefactas, sólo basta mirar el color. Además, por todos lados se observan montones de escombros, que también se prestan para que nazcan y se críen los zancudos y otros vectores. Si no está en funcionamiento, por lo menos, háganle mantenimiento”.
Según publicación de Vanguardia del 21 de septiembre de 2020: “En agosto de este año, un Representante a la Cámara por Santander denunció oficialmente ante la Contraloría de Floridablanca y solicitó apertura de investigación por este contrato, cuyo proceso de licitación inició en 2010, con un plazo máximo de ejecución de tan solo ocho meses, que no se cumplió. La obra fue inaugurada en diciembre de 2014. Según las denuncias en la página del Sistema Electrónico para la Contratación Pública, Secop, no están las actas de inicio, suspensión ni reinicio de obra, solo está adjunto el acta de liquidación final”.
La obra consta de: en el primer piso: una zona de piscinas de niños y adultos, más baterías sanitarias acondicionadas para personas en condición de discapacidad, también un auditorio (capacidad para 200 personas), sala de juegos cubierta, escenarios deportivos, espacio para talleres de arte, un restaurante, la zona administrativa y la media torta.
El segundo piso: una plaza cultural y recreativa, biblioteca pública y circulaciones que conducen al primer piso
En estos momentos, los únicos que se dirigen al Centro Cultural y Recreativo de La Cumbre son los que acceden a la Registraduría Auxiliar y al Punto Vive Digital que prestan sus servicios allí.
El avezado dirigente comunal de La Cumbre, Francisco Valbuena, le dijo a la comisión de la Personería Municipal que visitó el lugar, que “este escenario, que debía traernos diversión y alegría a la comunidad, se convirtió en el principal criadero de zancudos, con las consecuencias que ello implica, porque todos los vecinos quedamos expuestos a contraer dengue”.
Durante su recorrido por el barrio, los residentes coinciden plenamente con el titular de la nota que publicó Vanguardia el 21 de septiembre de 2020: “Centro Cultural de La Cumbre, una obra que causa vergüenza”.