Las “casas huecas” alteran la tranquilidad a los habitantes del barrio Niza
Las ‘casas huecas’ son el principal problema que aqueja a los residentes en el barrio Niza. Así denominan ellos a los tres negocios Webcam que allí funcionan. Lo que hace 12 años empezó como un tímido, silencioso y desapercibido negocio en donde, esporádicamente, los vecinos observaban ingresar una que otra joven, mayor de edad, a una casa localizada en la carrera 32 con calle 121; hoy en día son tres sitios de permanente bullicio y bochornosos espectáculos de jóvenes y hasta niños.
Este fin de semana, la Personería Municipal visitó el barrio para dialogar con sus vecinos, quienes accedieron a contar sus inconformidades, pero, a cambio de guardar su identidad para evitar problemas.
“Al comienzo, no pasaba nada. Ninguno de nosotros sabíamos qué funcionaba en esa casa de tres pisos, que incluso después le construyeron una azotea como para cuarto piso. No nos preocupaba ver al día, una o dos jovencitas entrar y salir de allí, pues todo era silencioso. De pronto sospechábamos algo, pero… no era problema porque no pasaba nada”, manifestó un residente.
Otro, quien reside hace más de 20 años en la misma cuadra en donde funciona la primera Webcam, señaló que “nunca escuchábamos nada, ni veíamos nada. Sólo, una que otra mujer que entraba y salía de esa casa, frente a nosotros. Ni ruido, ni peleas, ni consumo de drogas… nada”.
Pero, la situación cambió en Niza desde hace unos cinco años y se agudizó hace dos años, cuando, de uno, pasaron a tres negocios Webcam y, de la privacidad se pasó al bullicio y la perdición, anota una antigua residente.
El cambio fue radical. Ahora, aseguran los vecinos, el desfile de jóvenes y niños por esos sitios es todo el día. Como si fuera poco, durante cualquier hora, de lunes a domingo, pareciera que hacen fiestas porque la música a todo volumen se percibe en las cuadras. Además, es frecuente observar a esos jóvenes y niños consumir alucinógenos y protagonizar escenas inmorales en plena calle, a los ojos de residentes y visitantes.
“Gracias a las denuncias de los habitantes, el negocio de la carrera 32 con calle 121 lo cerraron por siete días, pero, después lo volvieron a abrir y ahí sigue con los mismos escándalos y no pasa nada. Esta situación la hemos puesto en conocimiento de la Alcaldía y Policía y, esperamos, que nos pongan fin a este calvario, que nos quita el sueño”, relató un líder barrial.
Inclusive, aseguran los habitantes, la comunidad ha hablado con los encargados de esos negocios, pero, no encuentran empatía porque ellos se creen con poder para seguir operando tal y como están.
Complemento perverso
Como si lo anterior no fuese suficiente, estas familias, habitantes de las 250 casas que integran el barrio, fundado hace 43 años, también ven interrumpida su tranquilidad por la invasión permanente que realizan a las tres bahías del sector, conductores de furgones, camiones, buses, doble troques y, hasta tractomulas, que desde otros barrios llegan hasta allí a parquear.
“Qué ocurre, nos taparon las tres bahías con carros grandes y, entonces, muchos de nosotros debemos dejar tirados los carros en la calle, arriesgándolos y obstruyendo el normal tránsito por el sector. Y, lo peor, detrás de esos carros gigantes se esconden viciosos y ladrones, que atracan a la comunidad”, indicó un indignado vecino.
Incluso, asegura, algunas parejas de jóvenes y adultos aprovechan el escondite que les producen esas carrocerías de los pesados automotores, se desnudan y proceden como si fuera un improvisado motel, tal y como lo evidencian algunos registros de las cámaras de seguridad.
Estas denuncias reposan en Tránsito y en la Policía, pero las soluciones siempre han sido pañitos de agua tibia.
Otra problemática
Los residentes también reclaman el arreglo de los tramos viales comprendidos entre la carrera 32 entre calles 118 y 123; calle 121 entre carreras 32 y 33 y, carrera 34 entre calles 119 y 121.
Los proyectos para el mantenimiento ya están radicados desde hace cuatro años y “todo indica que el próximo lunes (hoy), arrancarán los trabajos en el primer tramo, al menos”, dijo una vecina.
“Niza es un sector privilegiado que también debe tener la atención decidida de las autoridades. La comunidad tiene razón en sus reclamaciones, por eso la acompañamos. Seguiremos recorriendo la ciudad, escuchando a las gentes para buscar salidas a sus problemáticas y, así, mejorar su calidad de vida”, manifestó la personera municipal María Margarita Serrano Arenas.