A los ya permanentes problemas de falta de alcantarillado y de pozos sépticos, la ausencia de un puesto de salud y de un equipamiento comunal que los dote de salón de juntas, zonas comunes para los niños y adultos mayores, además de un gimnasio al aire libre, las comunidades residenciadas en la Mesa de Ruitoque, veredas Nazareth, Paramito y Pinares, suman uno nuevo: los carros mezcladores, en su paso hacia Ruitoque Alto, ocasionan daños a la vía principal por su considerable peso y, además, contaminan y derraman cemento y concreto, que, una vez cristalizado, forma protuberancias a lado y lado de la carretera que afectan el buen estado de los carros y exponen a los motociclistas a graves accidentes.

Son innumerables las reclamaciones de las comunidades exigiendo mejores condiciones de vida, pero, como dice la presidenta de la junta de acción comunal, Claudia Liliana Ordóñez: “ahí vamos, poco a poco. Ahora la pelea la estamos dando es por el daño que nos están causando los carros mezcladores”.

A decir verdad, esa pelea ya empezó a dar sus frutos, teniendo en cuenta que en las últimas horas una comisión de la Personería Municipal y de la Dirección de Tránsito de Floridablanca visitó la zona y comprobó el daño que, efectivamente, está causando el tráfico de esos pesados vehículos que transportan concreto para las construcciones de Ruitoque Alto.

El siguiente paso, dice el arquitecto Édgar Pardo, adscrito a la Personería Municipal: “es pedirle a la Dirección de Tránsito que haga cumplir una resolución que está establecida para el tráfico por este sector, que es la vía a Ruitoque Alto”.

Para la personera municipal María Margarita Serrano Arenas: “es nuestro deber trabajar incansablemente por mejorar la calidad de vida de las comunidades y lo seguiremos haciendo. Hoy estamos en la Mesa de Ruitoque, mañana estaremos en cualquier asentamiento humano, barrio o vereda que requiera nuestro acompañamiento”.