La Personería Municipal rechaza las agresiones contra la Defensora Regional del Pueblo y otro funcionario de la entidad
La Personería Municipal de Floridablanca rechaza categóricamente las agresiones físicas y los improperios a los que fueron sometidos anoche la Defensora Regional del Pueblo, Janeth Tatiana Abdallah Camacho y el profesional universitario de esa misma entidad, Eneas Claudio Navas Uribe, por un grupo de jóvenes manifestantes.
Los dos funcionarios públicos estaban en el ejercicio pleno de sus funciones, con sus chalecos de la Defensoría del Pueblo, precisamente acompañando a los manifestantes y como garantes de sus derechos fundamentales, entre ellos el de la protesta, consagrado en el Artículo 37 de la Constitución Política de Colombia, cuando jóvenes furiosos los agredieron física y verbalmente. La peor parte la llevó Navas Uribe, a quien le rociaron en su cuerpo un líquido no identificado y además fue golpeado hasta derribarlo al piso. La oportuna intervención de otros manifestantes impidió un desenlace peor.
Como Ministerio Público, no podemos permitir que personas desadaptadas interfieran en el desarrollo de las labores de los funcionarios públicos y, menos aún, que los sometan a agresiones físicas y verbales. Anoche fueron Janeth Tatiana y Eneas Claudio, hoy o mañana podría ser cualquiera de nosotros.
Los manifestantes deberían saber dos cosas: 1- Que los integrantes de la Defensoría del Pueblo y de las personerías municipales tienen la obligación misional de acompañar las protestas públicas, precisamente para garantizar los derechos fundamentales de sus participantes. 2- Tal y como lo explica el Artículo 429 del Código Penal, modificado del Artículo 43 de la Ley 1453 de 2011: “El que ejerza violencia contra servidor público, por razón de sus funciones o para obligarlo a ejecutar u omitir algún acto propio de su cargo o, a realizar uno contrario a sus deberes oficiales, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años.”
“Jóvenes, tengan en cuenta que la protesta es un derecho constitucional, pero debe ser pacífica. Es inadmisible que se someta a la impotencia y se arriesgue la vida de funcionarios públicos, cuyo único propósito es permanecer al lado de los manifestantes, precisamente para velar por sus derechos. Así no es, no desvíen el propósito de las protestas”, manifestó la personera municipal María Margarita Serrano Arenas.