Como garante de los derechos fundamentales de las personas residentes en Floridablanca, la Personería Municipal presidió en las últimas horas una mesa de trabajo para analizar las condiciones de vida del conglomerado de personas que habita en el sitio denominado Sueños de un Niño, ubicado en la ladera que da a la quebrada Las Batatas, cerca al barrio Juan Pablo Segundo, contiguo al sector de La Cumbre.

En dicha mesa participaron representantes de la Electrificadora de Santander, Acueducto Metropolitano de Bucaramanga y Empas, así como de la Unidad de Gestión del Riesgo, Unidad de Víctimas, administración local y el Banco Inmobiliario.

Se trata de unas 30 familias, algunas víctimas de la violencia y otras en pobreza extrema, que desde hace unos dos años decidieron ocupar ese terreno, propiedad de la CDMB y considerado zona de reserva y amortiguación por estar en la ladera de una fuente hídrica. Esas 100 personas, con un alto porcentaje de niños, no cuentan con servicios públicos y lo más grave, deben consumir el agua de la contaminada quebrada Las Batatas.

Aunque la mesa de trabajo no arrojó conclusiones o acciones inmediatas a seguir, la situación es compleja porque esas personas habitan en un predio público, con el agravante que es de reserva y amortiguación, y, además, el Plan de Ordenamiento Territorial no permite que se le asignen servicios públicos. En estos momentos el gobierno local no cuenta con viviendas disponibles para trasladar a esas familias.

“La situación es compleja y debe manejarse de acuerdo con la ley, pero también con un alto grado de humanidad y justicia social, porque involucra a no menos de 100 personas, entre ellas niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, que en estos momentos viven en condiciones deplorables. Seguiremos del lado de la gente, pero acatando también las disposiciones legales”, manifestó la persona municipal María Margarita Serrano Arenas, quien presidió la mesa de trabajo.