La Conectante C1C2 no tiene licencia social, la comunidad la rechaza
Los florideños, representados en el Comité para la Defensa de los Cerros Orientales, tienen razones suficientes para oponerse a la construcción del proyecto Conectante C1-C2 Unidad Funcional 1 Bucaramanga – Pamplona, que tiene como objetivo unir el corredor vial C1 (Bogotá – Bucaramanga) con el corredor vial C2 (Bucaramanga – Pamplona).
El proyecto vial está ubicado en Floridablanca y tiene una longitud aproximada de 14,65 kilómetros. Atraviesa terrenos de las veredas Guayanas (sector Los Cauchos), Casiano, Alsacia, Helechales, Vericute (sectores Santa Bárbara, Despensas y Rosablanca) En la práctica, esta carretera sale del sector de la Universidad Pontificia Bolivariana y llega al kilómetro 8 de la vía a Pamplona.
Para la ingeniera Ambiental Juliana Alvarado, todo proyecto debe ser sostenible y generar desarrollo económico, social y ambiental y, en el caso de la Conectante C1C2, no cumple ninguno de los tres requisitos. Por el contrario, este proyecto es altamente nocivo para la vida y el futuro de los florideños y demás habitantes del área metropolitana de Bucaramanga, teniendo en cuenta que autoriza la tala de 18.000 árboles, lo que originaría:
- Pone en riesgo la cantidad y la calidad del agua que consumen los habitantes rurales y urbanos del área metropolitana, teniendo en cuenta que en esa zona a intervenir existen no menos de 50 nacimientos de agua, incluyendo el río Frío. Justamente esa zona linda con el cerro de La Judía, considerada la fábrica de agua de los florideños.
- En la actualidad, el aire que respiran los habitantes de Floridablanca es de mala calidad, con material particulado de 2.5 y 10 micropartículas. Al talarse los 18.000 árboles, esa calidad del aire empeoraría, pues el papel de la naturaleza es absorber el CO2 y contener el recalentamiento global.
- El paso de vehículos por esa zona aumentaría la emisión de contaminantes y ruidos.
- La zona a intervenir la componen terrenos altamente inestables que, al ser talada, aumentaría la probabilidad de inundaciones, deslizamientos, incendios y remociones en masa.
- Sería más evidente el fenómeno de Efecto de Isla Térmica, pues, con menos árboles, las corrientes de vientos frescos que bajan de las montañas serían insuficientes para airear las zonas urbanas, recalentadas por las construcciones. La vida se haría insostenible en los cascos urbanos.
Como si fueran pocos los anteriores argumentos, el abogado Alejandro Alvarado Bedoya considera que la Licencia Ambiental otorgada al proyecto se hizo a la ligera porque no permitió evaluar otros posibles trazados y porque el aprobado era el más barato.
“No existió un diagnóstico ambiental de alternativas. Las áreas donde se pretende construir la vía están dentro de Distrito Regional de Manejo Integrado de Bucaramanga y Floridablanca, que es la garantía de protección de los ecosistemas del área metropolitana”, manifestó Alvarado.
La construcción de una conectante entre las vías Bucaramanga-Bogotá y Bucaramanga-Pamplona, busca que el tráfico pesado no ingrese a los cascos urbanos del área metropolitana, lo cual no se cumple con el actual trazado, que, además, sólo disminuye el recorrido en 14,65 kilómetros.
“Una solución eficaz hubiese sido aprovechar y mejorar la carretera que de El Molino (Piedecuesta) sale al kilómetro 40 de la vía a Pamplona, pasando por Sevilla, que existe desde hace muchos años. Si desviamos el tráfico pesado por ahí, evitamos que ingrese a los cascos urbanos y garantizamos que al empalmar con la central, los vehículos ya hayan recorrido un tercio del trayecto”, sostuvo Alvarado.
Para la concejala de Floridablanca Milady Tovar Cabarique, la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, debe declarar la caducidad del contrato y evitar que se continúe con la construcción de Conectante C1-C2 Unidad Funcional 1 Bucaramanga – Pamplona porque no tiene licencia social, la gente la rechaza porque atenta contra el ambiente y el futuro del área metropolitana.
A través de dos tutelas y dos acciones populares, que según ella, duermen en despachos judiciales, con argumentos sólidos el Comité para la Defensa de los Cerros Orientales busca apelar la Licencia Ambiental otorgada a la obra, al considerarla nefasta para la región y porque el consorcio encargado de su construcción está desfinanciado.
“La obra ya está ocasionando un desastre ambiental para los cerros orientales porque ya el consorcio ha talado 5.000 árboles, de los 18.000 contemplados en el proyecto. La compensación ambiental se hará en Rionegro y no en Floridablanca. Nos vendieron una mentira, porque esa vía apenas llevará el tráfico pesado al kilómetro 8 y recortará en pocos minutos el tiempo del trayecto. Como si fuera poco, nos manifestaron que la obra traería desarrollo y empleo a la región y es mentira. Sólo unos 30 florideños, con empleos menores, se beneficiarán de ella, lo cual es irrisorio para el daño ambiental y social”, indicó la concejala.
Vale recordar que durante los primeros días de noviembre, la Asamblea Departamental realizará un debate a la construcción de la Conectante C1C2, a la que están invitados representantes de la ANI, ANLA, CDMB y el Consorcio.