La comunidad de la Castellana clama la solución a sus necesidades
La Personería Municipal dialogó con sus gentes
El genio y el malestar de la comunidad de La Castellana, ya empieza a alterarse por la ausencia de algunas obras que requieren con prontitud. A pesar de tocar y tocar puertas desde hace unos cinco años, sus dirigentes comunales aún no encuentran eco en los entes encargados de ejecutarlas.
Al respecto, el presidente de la junta de acción comunal, el docente pensionado Miguel Ángel Portilla, expresó que ya están cansados de pasar y pasar oficios a las entidades públicas, que, muchas veces, se lanzan la bola para lado y lado. Queremos obras, no más caramelo, anotó.
Una de las obras más sentidas por quienes allí residen, es la construcción del salón comunal. “Hace como cinco años, vinieron de Infraestructura y nos tumbaron el kiosco que teníamos para reuniones de la junta, dizque porque nos iban a construir un moderno salón porque el lote estaba preciso. Hasta hace un año, agosto del año pasado, volvieron y midieron y nos dijeron que ya, que en diciembre (2021) estaba construido. Esta es la hora y nada”, aseguró Portilla.
Lo peor, dijo, es que ese lote se convirtió en un botadero de basuras y en un criadero de zancudos, lo que expone a los residentes a enfermedades tales como el dengue (clásico y hemorrágico).
El malestar de la gente también es por el pésimo estado de las carreras 33 y 32, que fueron empleadas como paso de los automotores pesados que llevaban los materiales para la construcción del intercambiador de Fátima. “Por ahí pasaban toda la maquinaria pesada y eso fue rápido que dañaron las vías, pero nos dijeron que apenas terminaran el intercambiador, nos las volvían a arreglar, pero, aún estamos esperando”, recordó el líder comunal.
También hay inconformismo por un lote, posiblemente de la CDMB, que está ubicado sobre la carretera antigua a Floridablanca y llega justo al colegio Metropolitano, al cual le hacen poco mantenimiento y entonces permanece enmontado, lo que facilita el accionar de los maleantes. Precisamente, en el momento en que los funcionarios de la Personería lo observaban desde un puente metálico, pudieron apreciar a unos cuantos jóvenes consumiendo alucinógenos en ese sector.
“Igualmente necesitamos que la empresa recolectora de aseo se lleve los inservibles, porque siempre los dejan tirados en las calles porque dizque no tienen a dónde llevarlos, entonces las personas los meten en bolsas y desde el puente los botan al lote enmontado, lo que también facilita la cría de zancudos. Este puente también requiere mantenimiento porque está que se cae y podría causar una tragedia”, agregó Miguel Ángel Portilla.
Anotemos que las denuncias ciudadanas también apuntan al mal estado del polideportivo, uno de cuyos muros y los arcos de microfútbol, están a punto de colapsar.
La otra queja refiere a la incultura ciudadana de los vecinos de otros barrios, que pasean sus mascotas por La Castellana y no les recogen sus heces.
“Pudimos comprobar que se trata de un sector bonito, bien ubicado, habitado por gente honorable que requiere que el pago de sus impuestos, se vea reflejado en la ejecución de las obras que mejoren su calidad de vida. Estamos al lado de las comunidades y seguiremos tendiendo puentes que faciliten su trabajo mancomunado con los entes oficiales y las ONGs”, acotó la personera municipal María Margarita Serrano Arenas.