La campaña de educación ambiental llegó a los barrios Arrayanes 1 y 2, Asdeflor, La Trinidad y Belencito
Cuadrillas de la CDMB, EMPAS, Gestión del Riesgo y la EMAF apoyaron la intervención de la quebrada La penitente.
“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Esta frase, pronunciada por el pastor estadounidense Martin Luther King, hace 60 años, cobra vigencia en Floridablanca, gracias a la campaña de educación ambiental planificada por la Personería Municipal y ejecutada con el apoyo de otras entidades oficiales.
Dicha campaña consta de tres fases, una vez seleccionado el sector: la primera apunta a la sensibilización de los líderes comunitarios, a quienes técnicos y profesionales de la Personería visitan y les plantean la necesidad de implementar prácticas generosas con la naturaleza, el cuidado del ambiente y el entorno de sus barrios, especialmente con las fuentes hídricas. La segunda es la capacitación a las comunidades en temáticas relacionadas con la disposición de los residuos sólidos, el reciclaje, el cuidado de las mascotas y la protección de las quebradas y ríos que atraviesan sus sectores, entre otras.
La tercera fase consiste en la intervención del sector y, para ello, la Personería cuenta con el apoyo de la CDMB, EMPAS, la oficina municipal de Gestión del Riesgo y la EMAF. La unión de estas cuadrillas de obreros, técnicos y profesionales facilita la recolección de inservibles tirados en las fuentes hídricas, la siembra de árboles, las jornadas de capacitación, las visitas puerta a puerta a las comunidades, la poda del vecindario, entre otras actividades. Vale decir que este trabajo es acompañado también por residentes.
Una vez desplegada la acción de las cuadrillas, la Personería remata la actividad con la entrega de diplomas a los vecinos más destacados durante la jornada. Dicho diploma los convierte en Vigías del Planeta y los compromete en el cuidado y conservación permanente de sus sectores.
Justamente, en las últimas horas las cuadrillas se tomaron los barrios Arrayanes 1 y 2, Asdeflor, Trinidad y Belencito, separados por la quebrada La Penitente, de donde sacaron muebles, desechables, trozos de tela, pedazos de colchonetas, zapatos y de toda clase de basura. Igualmente se realizaron jornadas de poda, siembra de 40 árboles: 10 arrayanes rosados, 10, arrayanes amarillos, 10 guásimos y 10 búcaros; educación ambiental y puerta a puerta para ilustrar a las familias de los distintos beneficios que ofrece el Estado.
Finalmente, la Personería seleccionó a los seis Vigías del Planeta y les entregó los respectivos diplomas.
“Trabajar por la conservación del ambiente y la preservación de la naturaleza, es trabajar por el futuro, por la vida. En la Personería Municipal conformamos un equipo ambiental, integrado por técnicos y profesionales en la materia, cuyo único propósito es identificar necesidades, gestionar soluciones, empoderar a las comunidades para que respondan por la conservación de su entorno, especialmente de las cuencas hídricas”, manifestó la personera María Margarita Serrano Arenas.
LAS VOCES DE LA COMUNIDAD
Respecto de la jornada de intervención del sector, la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Asdeflor, Léyder Amado, expresó que: “quedamos muy agradecidos con la Personería y las demás entidades que nos embellecieron los barrios y nos limpiaron la quebrada, que ya olía muy a feo. Realmente esta actividad nos compromete a nosotros como residentes y nos obliga a ser más cuidadosos en lo que botamos a la quebrada”.
Por su parte Reynaldo Caicedo, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio La Trinidad, manifestó que “da gusto ver cómo quedaron nuestros vecindarios y es un compromiso para mantenerlos así. Gracias a esta campaña de educación ambiental, ahora tenemos herramientas para reciclar, para ser amigables con el medio ambiente, para no botar nada a La Penitente porque es hacernos daño nosotros mismos. La verdad, muy agradecidos a todas las entidades que nos acompañaron”.
“La tierra no es una herencia de tus padres, es un préstamo a tus hijos”. Proverbio Iberoamericano.