Fraternal encuentro de la Personera Municipal con las comunidades de Rosablanca y El Mortiño
Rosablanca es una vereda habitada por 1.200 florideños, con límite sobre el kilómetro 14 de la vía a Pamplona. Ese hermoso nombre remite a un remanso de paz, a un campo florido y a un lugar apacible. Pues, ni lo uno ni lo otro, allí afloran las necesidades y el inconformismo de la comunidad.
En su recorrido por esa vereda, la personera María Margarita Serrano Arenas dialogó con la comunidad y constató sus requerimientos, relacionados con la titularidad del lote donde funciona la escuela para 80 niños y su evidente deterioro, la problemática de la cancha y la ausencia de un puesto de salud.
Según Deicy Delgado López, presidenta de la Junta de Acción Comunal, la comunidad lleva más de 10 años buscando la titularidad de la escuela, para que no la desaparezcan y sólo “hasta el año pasado nos dijeron que continuaba y que, para subsanar los daños estructurales, el Municipio nos aportaba 240 millones de pesos, que, con las rebajas por los trámites de ley, se convierten en realidad en 166 millones”.
Cuando la administración municipal entregue esos recursos, se invertirán en la adecuación de los pasillos que conducen a los salones de clase, que están completamente deteriorados.
El otro problema tiene que ver con la cancha, que el rector del colegio agrícola Gustavo Duarte Alemán ordenó su cierre, para el uso de la comunidad y sólo la autorizó para el disfrute de los 250 estudiantes.
“Una comunidad tan grande como ésta y no cuenta un sitio para el esparcimiento y la recreación. Después de tanto solicitar al alcalde para que nos permitiera que la pudiéramos utilizar, al fin pidió al Ideflorida la creación de una escuela de fútbol, pero el Rector sólo permite que la gente juegue allí un rato del sábado”, aseguró Deicy Delgado.
Ahora, las personas piden al BIF o al Municipio, a quien le corresponda, que den la orden de acceso durante toda la semana a los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, pero respetando horarios.
Respecto del puesto de salud, la problemática es de no acabar y ya superó la década, cuando la clínica Guane abandonó esa edificación al comprobar que registraba daños estructurales, sin embargo, permitió que allí se instalara un Hogar de Madres Comunitarias.
“Ese Hogar no podía ni puede funcionar en ese lugar, debería estar en la casa de la madre comunitaria. Esa persona no pagó agua durante los 10 años y la luz la cortaron. Hemos hecho esfuerzos para volver a recuperar la edificación, pero hasta el momento no lo hemos logrado. Necesitamos que vuelvan los médicos, enfermeras y demás personal porque lo requerimos 1.200 personas”, sostuvo la presidenta de la JAC.
Las necesidades de El Mortiño
Durante su recorrido, la Personera Municipal subió al kilómetro 18, sector limítrofe con el municipio de Tona, conocido como El Mortiño.
Allí, las necesidades para las comunidades son parecidas a las de Rosablanca, pues se relacionan también con el abandono del puesto de salud y la escuela, edificaciones que ya amenazan con caerse. Las gentes residentes allí nunca cuentan con personal médico y los niños tienen que caminar hasta cuatro kilómetros para ir a estudiar.
Otras dos problemáticas tienen que ver con la carencia de gas natural y el deficiente servicio de las luminarias de la cancha.
“Desde la Personería le enviamos un respetuoso llamado al gobierno local, a la clínica Guane, al ICBF, al Ideflorida, al BIF y demás entes oficiales para que miren hacia Rosablanca y El Mortiño, esas comunidades nos necesitan y estamos obligados a solucionarles sus penurias diarias. Seguiremos recorriendo la ciudad, dialogando con sus gentes y tendiendo un puente ante las instancias oficiales, con el fin de ayudarles a mejorar su calidad de vida”, aseguró la personera María Margarita Serrano Arenas.