La unión hace la fuerza. Así quedó demostrado este fin de semana en el sector del barrio La Castellana, en donde autoridades civiles, militares y la comunidad, trabajaron de la mano en desarrollo de una jornada ambiental, que, en la práctica, se convirtió en una fiesta por la vida.

“Gracias, gracias, muchas gracias a todos los participantes porque conseguimos los objetivos que nos habíamos trazado y porque, hacía años, el barrio no vivía una fiesta así, rindiéndole culto al medio ambiente y a la vida”, manifestó emocionado el presidente de la Junta de Acción Comunal, Miguel Portilla al momento de la despedida.

Los objetivos a los que se refería don Miguel, se relacionan con la limpieza y recolección de inservibles de uso doméstico regados por la periferia del barrio e, incluso, a orillas de la carretera antigua a Floridablanca. Además, el macaneo de las zonas verdes, la poda de algunos árboles, la educación ambiental en varias cuadras del barrio y, lo más valioso, dijeron los residentes, la siembra de 80 árboles en la escarpa del sector, entre especies de Búcaros, Gualanday y Guayacán.

La recolección de inservibles domésticos mostró la cara poco amistosa con el ambiente de algunos integrantes de la comunidad, ya que las cuadrillas de Empas y el Acueducto Metropolitano, así como los militares del Batallón Caldas y funcionarios de la Personería encontraron tirados entre la vegetación y la orilla de la carretera: muebles, mesas, sillas, cobijas, ropas, pedazos de piezas de loza, ollas y demás elementos.

Al respecto, Cristóbal Plata Uribe, secretario de la JAC, indicó que “debemos concientizarnos y no botar todo lo que se nos ocurra, hay cosas que podemos tener en las casas, o muchas veces regalar a un vecino, o sacarlas al aseo, pero no tirarlas a la calle o esconderlas entre el monte o ponerlas a la orilla de la carretera para que alguien se las lleve”.

Sobre la 1:00 de la tarde, la comunidad terminó de sembrar el último árbol.

“Nosotros, los de la Junta, vamos a entregar a cada casa un árbol para que lo adopte y esté pendiente de regarlo, abonarlo y trancarlo para que crezca sano y nos ayude a sostener el barrio y nos proporcione aire puro para nuestros pulmones”, señaló el líder Portilla.

Vale recordar que en el barrio La Castellana residen unas mil personas, en las 200 casas que lo integran.

Acompañamiento comunitario

El 11 de agosto pasado, atendiendo un llamado de la comunidad, la Personería en pleno se trasladó hasta La Castellana para dialogar con la dirigencia cívica, que le expuso las problemáticas que padecía el sector.

Como lo expusimos en nuestro Boletín de Prensa No. 276, que titulamos: La comunidad de La Castellana clama la solución a sus necesidades: “El genio y el malestar de la comunidad ya empieza a alterarse por la ausencia de algunas obras que requieren con prontitud. A pesar de tocar y tocar puertas, desde hace unos cinco años, sus dirigentes comunales aún no encuentran eco en los entes encargados de ejecutarlas”.

Gracias a esa visita y a la gestión de la Personería Municipal, algunas de esas obras ya se empezaron a ejecutar, como la construcción del salón comunal, la jornada ambiental y el arreglo del puente metálico.

Quedan pendientes la pavimentación de las carreras 33 y 32, que fueron empleadas como paso de los automotores pesados que llevaban los materiales para la construcción del intercambiador de Fátima. El arreglo del polideportivo y la instalación de cámaras para hacer seguimiento a los jíbaros que distribuyen los alucinógenos a los estudiantes del Colegio Metropolitano.

“La mayor tranquilidad que podemos sentir los funcionarios públicos es observar los rostros alegres de las comunidades cuando reciben el beneficio de las autoridades. A eso lo llamamos la satisfacción por el deber cumplido. Y, eso, precisamente, es lo que nos ocurrió en La Castellana, en donde, gracias a nuestro acompañamiento, el gobierno local ha venido atendiendo las solicitudes de las personas. Nuestra misión es trabajar sin descanso por mejorar la calidad de vida de las comunidades, especialmente de las más necesitadas y, en ese esfuerzo, dedicamos las 24 horas de los siete días de la semana. Seguiremos acompañando a los florideños en los asentamientos humanos, barrios y veredas, en donde nos requieran, ahí estará la Personería Municipal”, manifestó la personera María Margarita Serrano Arenas.