Sin contratiempo, de manera ordenada y cumpliendo los protocolos de bioseguridad, transcurrieron las jornadas de entrega del Programa de Alimentación Escolar, PAE, en las diferentes instituciones educativas rurales y urbanas del Municipio de Floridablanca.

Con el acompañamiento de representantes de la Personería Municipal y de la Secretaría de Educación Municipal, en total, el operador entregó 16.807 raciones industrializadas, de ellas: 1381 para las instituciones educativas del sector rural y 15.426 en las urbanas, a los padres de familia de los estudiantes favorecidos con este complemento alimenticio.

La actividad arrancó a las 7:00 de la mañana en el sector urbano y una hora después en las instituciones rurales.

Cada paquete que el operador entregó a los padres de familia, contenía dos bolsas plásticas: una, con 10 productos lácteos, 10 variedades de pan y cuatro dulces y la otra, con tres bananos, dos naranjas valencianas y 20 ciruelas rojas.

Al azar y a diferentes horas del día, los representantes de la Personería Municipal verificaron en cada establecimiento de educación urbana, el contenido de 30 paquetes y 10, en los rurales, comprobando que todos los productos lácteos tenían una fecha de elaboración no superior a la semana y la fecha de vencimiento entre el 12 y el 15 de enero del 2021. La fecha de producción de los panificados no excedía los tres días y el vencimiento oscilaba entre el 28 y el 30 de noviembre.

Los bananos y las naranjas estaban verdes, lo que a simple vista se podía calcular que aún tardaban una semana en estar óptimos para el consumo. Las ciruelas sí estaban listas para ingerir.

La Personería Municipal también constató, a diferentes horas de la jornada, que al ingresar a los colegios, tanto en el campo como en la ciudad, el personal de guardia tomaba la temperatura a los padres de familia, quienes después debían aplicarse gel antibacterial en sus manos y brazos, para posteriormente pasar al salón asignado a la entrega del PAE, en donde debían firmar la lista correspondiente al nombre de su hijo o acudiente.

Enseguida recibían un paquete con las dos bolsas, por cada hijo estudiante. A la salida, cada padre de familia descargaba los paquetes en una silla y se aplicaba gel antibacterial antes de dirigirse a su lugar de residencia. Vale decir que mientras esperaban la entrega de sus raciones, los padres realizaban filas, guardando la distancia social.

A las 2:00 de la tarde, el operador ya había entregado todos los paquetes en las instituciones rurales, mientras que en las urbanas la jornada se extendió hasta las 5:00 de la tarde.