El hacinamiento en estaciones dificulta la actividad de los policías y la vida de los internos
Continúa siendo extremo el hacinamiento que se registra en las estaciones de policía del barrio La Cumbre y de Floridablanca, ubicada en el sector de Papi quiero piña. Cada una de ellas cuenta con una Sala de Privación de la Libertad con capacidad para 12 personas, pero, en estos momentos, cada una tiene un hacinamiento que supera el 500%.
Según han podido constatar los profesionales de la Personería Municipal y, como consecuencia del alto porcentaje de hacinamiento, las condiciones de permanencia diaria de las personas privadas de la libertad no son las mejores, ya que se les dificulta su movilidad y el uso de las baterías sanitarias y baños. El desaseo también salta a la vista. A pesar de que aún es indispensable el uso permanente del tapabocas, por tratarse de recintos cerrados, algunos internos no lo hacen, poniendo en riesgo de contagio de Covid 19 y, de otras enfermedades, a sus compañeros.
Para la Policía, esta situación también es bastante molesta, pues tiene que disponer, de su escaso pie de fuerza, de varios uniformados para vigilar la cantidad de personas privadas de la libertad. Además, debe garantizar el aseo permanente del lugar, de las baterías sanitarias y baños, que se complica por el considerable número de internos que los utiliza.
No es lo mismo estar vigilantes de 12 personas privadas de la libertad, que son la capacidad de las salas de privación de la libertad, que estar en permanente expectativa por la presencia de hasta 80 personas, hacinadas en dos pequeñas celdas.
Ante tal panorama, la personera municipal María Margarita Serrano Arenas expresa que: “como garantes de los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad, seguimos en contacto con las autoridades del INPEC, a la espera que remitan a los diferentes centros carcelarios del país a estos internos, algunos sobre los cuales ya reposan sentencias condenatorias. Mientras esto ocurre, la Personería continuará visitando las estaciones de policía, verificando los derechos constitucionales de los internos y comprobando sus condiciones de permanencia allí. Nosotros hemos oficiado a las autoridades carcelarias, pero lamentablemente no hemos recibido noticias favorables”.