La palma de cera, el árbol nacional de Colombia: un muerto viviente que se resiste a desaparecer
La palma de cera es el árbol nacional de Colombia y está a punto de extinguirse. Sus plantaciones se encuentran en el Valle del Cócora, departamento del Quindío; corregimiento de Tenerife, municipio de Cerrito (Valle del Cauca); corregimiento de Toche, municipio de Ibagué (Tolima) y en el departamento de Caldas, concretamente en el municipio de Marulanda y el corregimiento San Félix (Salamina).
Según el científico Rodrigo Bernal, quien lleva 25 años estudiándola, la palma de cera está en un punto crítico de extinción, por las siguientes razones:
1- Esta variedad de palma vive unos 200 años, pero tarda décadas en mostrar signos de descomposición, inclusive, muchas de ellas mueren con apariencia de estar sanas. Por esa razón, el científico Bernal las cataloga como muertos vivientes. En esa condición parecen estar las cultivadas en el Valle de Cócora, departamento del Quindío, considerado su principal santuario, en donde sólo quedan unas 2.000 palmas. En los últimos 20 años, su cantidad ha disminuido un 78%.
2- Las palmas de cera no son sólo una atracción turística en el Valle de Cócora, también son un componente clave en el ecosistema de la región. Sus frutos alimentan a una gran cantidad de insectos, aves y mamíferos, muchos de ellos también duermen en sus ramas y troncos. La gran amenaza es que buena parte de su bosque circundante ha sido talado para dar paso al pastoreo de ganado vacuno, lo que ocasiona que un alto porcentaje de su semilla termine en los estómagos de las vacas. Cuando los árboles empiezan a descomponerse, no hay retoños suficientes que ocupen su lugar.
3- Aún continúa siendo amenaza la tala de esta palma para su uso en el Domingo de Ramos. La idea es concientizar a los fieles sobre su valor ecológico e invitarlos a sustituirla por ramas de cerezo, durazno, maíz, trigo especies florales o endémicas. Cualquiera de ellas se puede bendecir en la eucaristía y posteriormente sembrar en materas (ojalá reciclables), patios de los hogares o lugares al aire libre.
“Desde Floridablanca convoco a una cruzada nacional en pro de la palma de cera, nuestro árbol nacional. Es urgente que la protejamos, su extinción ocasionaría cambios en el paisaje y un desequilibrio en el ecosistema, porque muchos animales se alimentan de sus frutos, incluyendo pavas, tucanes, carriquíes, mirlos y loras, especialmente el llamado loro orejiamarillo. Algunos animales terrestres también comen sus frutos caídos y muchos depredadores se nutren de estos consumidores de frutos, es así como la cadena trófica sufriría un cambio irremediable y letal para algunas especies de fauna. La preservación de la palma de cera debe ser un propósito nacional”, manifestó la personera María Margarita Serrano Arenas.
La funcionaria, igualmente, invitó a los florideños a no utilizar este domingo ramos de palma de cera y recomienda a los sacerdotes a instruir a sus feligreses en ese mismo propósito.