En medio del colapso del sistema de salud, la comunidad es la única responsable del contagio de Covid 19
A partir de las 00:01 de mañana, se acaban las medidas restrictivas de pico y cédula, toque de queda y ley seca en el departamento de Santander y habrá una reapertura económica total en la región. La responsabilidad absoluta del contagio de Covid 19, será de las comunidades.
Así quedó establecido hoy, tras reunión de los cuatro alcaldes del área metropolitana, quienes acataron las recomendaciones del Ministro de Salud y del Gobernador de Santander para activar el Plan de Reactivación Económica en la región.
Los mandatarios locales también recomendaron a las empresas públicas y privadas continuar en el teletrabajo y aseguraron que la alternancia educativa se reevaluará en dos semanas. Por la alta ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI (llegó al tope, según el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, CRUE), no se permitirá todavía las discotecas ni aglomeraciones en sitios privados y públicos.
En el peor momento
El traslado de esta responsabilidad a la comunidad ocurre en el peor momento, justo cuando colapsó el sistema de salud en Santander y cientos de personas claman un cupo en UCI de hospitales y clínicas públicas y privadas, para sus familiares contagiados con Covid 19 y otras enfermedades.
En clínicas y hospitales del área metropolitana de Bucaramanga se empezó a aplicar el denominado ‘Triage Ético’, que consiste en que el cuerpo médico prioriza a los pacientes que requieren ser atendidos en una UCI. Para esto se tienen en cuenta algunos criterios como edad, enfermedades o estado actual del paciente, pues quien tenga más posibilidades de sobrevivir será a quien se remita primero cuando una cama esté vacía.
Según datos de la Gobernación de Santander, de una población que supera los 2 millones de habitantes, sólo 450 mil personas han recibido la primera dosis de vacuna y 150 mil, las dos dosis. Según esas mismas cifras, actualmente en la región persisten unos 12.000 casos activos del virus, de ellos 10.000 en el área metropolitana de Bucaramanga, así: 5.700 en Bucaramanga, 2.000 en Floridablanca, 1.300 en Girón y mil en Piedecuesta.
“Habitantes del área metropolitana de Bucaramanga, los invito a fortalecer aún más las medidas de autoprotección, nunca salgamos a la calle sin tapabocas, lavémonos las manos cada media hora, guardemos la distancia social, no invitemos a nadie a nuestras casas, tengamos presente que si yo me cuido, cuido a mi familia y a los vecinos. La reactivación económica es vital para cualquier sociedad, pero también la salud y la vida de las personas”, manifestó la personera municipal María Margarita Serrano Arenas.
El palo no está para cucharas
El sector médico, especialmente los epidemiólogos, son contrarios a la decisión de liberar medidas restrictivas de movilidad para reactivar la economía del área metropolitana de Bucaramanga, y, por el contrario, le solicitan a las autoridades administrativas y de salud recrudecerlas, ante el pleno auge del tercer pico de la pandemia y el colapso del sistema de salud de la región.
Según informa el diario Vanguardia en su edición de hoy, los médicos expresaron “la voz alerta debido a la ocupación actual de camas UCI, que está en sus límites extremos, debería ser razón suficiente para, al menos, no levantar el toque de queda, ni la ley seca, ni mucho menos el pico y cédula”.
Incluso, sostiene la nota periodística, los médicos les solicitaron a las empresas prestadoras de salud reforzar el número de pruebas Covid, para determinar de forma amplia el estado real y actual de la pandemia en Bucaramanga y en sus municipios vecinos.
En el mismo sentido, el Colegio Médico de Bogotá (CMB) y la Asociación Colombiana de Especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias (ACEM), hicieron un llamado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que velen para que Colombia adopte e implemente medidas urgentes para abordar y contener la Covid 19.
Las organizaciones médicas aseguran que el país padece una emergencia sanitaria y que el sistema de salud colapsó, porque ciudades como Bogotá, Cali, Bucaramanga y Tunja registran cifras cercanas al 200% en los servicios de urgencias, que es la puerta de entrada al sistema hospitalario. También aseguran que hay carencia y desabastecimiento de puntos de oxígeno, lo que “aumenta la mortalidad en los centros de urgencias y otros fallecen aguardando ser trasladados a una cama UCI”.
El palo no está para cucharas, aseguran los médicos.