“El atún es bendito”. Con esa corta frase, la señora Omaira Garzón resumió el anhelo de una inmensa mayoría de padres de familia de Floridablanca que aún siguen añorando que el Programa de Alimentación Escolar, PAE, les cambie las raciones industrializadas por mercados.

Y es que por culpa de la pandemia de Covid 19, que obligó al confinamiento de la población, desde el pasado mes de abril las instituciones educativas dejaron de preparar en sus instalaciones, restaurantes escolares, las raciones alimenticias para los alumnos favorecidos con el PAE. En la práctica, los estudiantes  almorzaban gratuitamente en sus colegios.

Para solucionar esa problemática, el Municipio de Floridablanca suministró a cada padre de familia un mercado por cada hijo beneficiario, para preparar los almuerzos en casa. Ese suministro se realizó durante dos entregas, distanciada una de la otra por 20 días. Así ocurrió hasta mayo.

Los municipios colombianos pudieron atender rápidamente esta situación, amparados en los decretos de emergencia que expidió el Gobierno Nacional para enfrentar los retos de la pandemia de Covid 19.

Pero en junio la situación cambió, cuando el Municipio contrató a un operador para el suministro de 16.807 raciones industrializadas, de ellas: 1381 para las instituciones educativas del sector rural y 15.426 para las urbanas. Esa es la cifra total de niños y jóvenes beneficiarios del PAE en esta ciudad.

El paquete de raciones industrializadas trae: 10 bolsas personales de lácteos, 10 variedades de panificados, cuatro dulces, tres bananos, dos naranjas valencianas y 20 ciruelas rojas. Entre los lácteos vienen leches saborizadas, leches enteras y avenas. Los panes son alternados en cada entrega, por ejemplo, esta semana incluyeron uno del tipo palitroque, para niños y jóvenes.

“Nosotros entendemos que este contrato termina con la última entrega a finales de este mes, y que ya no podemos hacer nada, pero sí le pedimos al Señor Alcalde que para el próximo año volvamos a los mercados, son más prácticos y nutritivos para nuestros hijos”, manifestó el señor Óscar Leal Román, representante de los padres de familia de la sede A del colegio Isidro Caballero, localizado en el barrio Zapamanga III etapa

Por su parte la señora Leonilde Torres, residente en una finca del kilómetro 19 por la vía a Pamplona, quien reclama el PAE de sus dos hijos en la sede B del colegio Gustavo Duarte Alemán, ubicado siete kilómetros más abajo, expresó que: “uno agradece lo que le dan, pero para nosotros sería mucho más efectivo el mercado, porque de verdad es para hacer almuerzos y comidas”.

Las cuatro latas del ‘bendito atún’, de una marca reconocida en supermercados y tiendas, a los que arriba aludió doña Omaira Garzón y que siguen añorando los padres de familia de la ciudad, iban acompañadas de 10 huevos, un kilo de arroz, un kilo de pastas, una bolsa de leche en polvo, un frasco de aceite, algunas bolsas de granos, entre otros productos.

Lo concreto del caso, como asegura Laura Isabel Castellanos, funcionaria de la Secretaría de Educación Municipal: “lo primero que debe esperar el Municipio son las directrices nacional y departamental, relacionadas con la modalidad de la jornada escolar para el próximo año. Aún no se sabe si será presencial, virtual o con alternancia (unos días presenciales y otros virtuales) y eso va a depender mucho de la evolución de la pandemia de Covid 19. Una vez conocida la modalidad, se podrá empezar a pensar en el tipo de PAE”.